Tampoco era tan difícil- le dije mientras sorbía el café aguado y caliente que me acababan de servir.- Bastaba con abrir el baúl donde guardo los recuerdos, los disfraces...,
y ponerme esas gafas en forma de corazón
que una Nochevieja alguien dejó para que yo encontrara.
Y no quitármelas ya nunca más.
Me alegro mucho que hayas decidido abrir este blog. Me encantan tus textos cortos, llenos de poeśia y fuerza.
ResponderEliminarCon todo mi cariño te animo a seguir mucho tiempo.
Muchas gracias, Colo. Un beso bien grande
EliminarMe adhiero a las palabras de Colo!!
ResponderEliminarGracias por compartir...
Gracias a ti!!!
Eliminar