domingo, 20 de mayo de 2018

Miedo

Hasta que un día, desesperado, se quitó  la venda de los ojos y cruzó la cuerda floja de principio a fin sin caerse. Y ese gesto tan temido, tan soñado, en vez de fracaso, le aportó libertad.
Y al día siguiente volvió a comenzar... esta vez, sin miedo.

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